Sebastián Gómez de Senasa: “El agrónomo es un actor de salud pública”
Según explica el Ing. Agr. Sebastián Gómez, Técnico a cargo de la evaluación de productos biológicos del SENASA, la llegada de los bioinsumos, ya sean tratamientos de semillas como Bioestimulantes, exigen que la revalorización del agrónomo y mayor atención y responsabilidad por parte del productor ante lo que son tecnologías nuevas.
“La recomendación hacia los productores es siempre recurrir a la etiqueta. Muchas veces hasta cuesta plasmar tecnologías en las etiquetas. Nos pasó con los coadyuvantes siliconados que estuvieron de moda, y que tenían diferentes porcentajes de silicona, con esto pasa lo mismo, todo el mundo le pone bioestimulantes a casi todo, pero esos son posicionamientos comerciales, la verdad está en la etiqueta. Es en las etiquetas donde tiene que estar descripto si es un fertilizantes biológicos, si tiene naturaleza química, si tiene componentes orgánicos y sobre todo la composición del producto. Si el productor se queda sólo con el mensaje comercial, alimentado por la competencia que impone el mercado, se pueden generar confusiones” sostiene Gómez.
“Este auge de nuevas tecnologías, con diferente impacto en el medio ambiente, implica también una revalorización de los agrónomos. Son los profesionales quienes tienen la formación y la capacidad para evaluar un nuevo producto, su uso adecuado y su impacto. Siempre recomiendo ir a la página oficial del Senasa donde están todos los productos registrados con la marca comercial y donde podrán ver el detalle de los productos. La información es clave y esto ayuda a asesores y productores que quieran consultarla. Incluso estamos armando un vademecun para que el productor pueda consultar las etiquetas de los productos de una manera sencilla y ver cómo está registrado cada marca comercial”.
“El agrónomo es un actor de salud pública, nosotros tenemos responsabilidad en el cuidado del medioambiente, implicancia en la salud del operario, compromiso en la recomendación, compra y uso de los productos a partir de la receta y responsabilidad con la sociedad. Hoy por hoy el veterinario está mejor calificado que los agrónomos y por eso debemos tomar el todo por las astas, porque si el agrónomo recomienda una aplicación en determinadas condiciones y luego se aplica con 30 km/h de viento, algo en el sistema falla. Y en esto aparece la responsabilidad de los colegios que deben ocupar el lugar que corresponde y ser más estrictos en hacer cumplir determinadas normas. Lo positivo es que el auge de estas nuevas tecnologías conlleva una necesidad de profesionalización y actualización permanente” asegura.
“Con respecto a las BPA que muchas organizaciones del sector mantienen como bandera de la producción sustentable Gómez afirma: “La buena práctica dice que los productos tienen que estar registrados, si la tecnología está registrada no tiene por qué estar por fuera de las “buenas prácticas” salvo algunas BPA que ha designado algún segmento, que es el caso de la producción orgánica donde se deja en claro que se puede utilizar y que no, con otra requisitoria. En la etiqueta está escrito cómo arranca una buena práctica, ya sea de aplicación como de producción”, concluye.
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