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Bioinsumos OCTUBRE - 2022

Para Koppert se viene un cambio hacia un nuevo paradigma Bioagrícola

Para Koppert se viene un cambio hacia un nuevo paradigma Bioagrícola

En el mercado de productos biológicos la marca Koppert es reconocida en todo el mundo. En la Argentina la empresa está hace sólo 3 años a partir de la adquisición de Nitrasoil. ¿Por qué una empresa 100% bio se interesa en el mercado argentino?  Para Jorge Escalante, Gerente Comercial de Koppert Argentina, la respuesta es simple: “se viene un gran cambio de paradigma productivo”.

 “Koppert cumple 55 años de su creación en Holanda y desde entonces se ha transformado en una empresa líder a nivel global en protección biológica de cultivos. En sus comienzos fue a través de insectos predadores y parasitoides, luego incorporó la línea de polinizadores. Insectos que se multiplican en biofábricas que luego se distribuyen para que cumplan la función de controladores biológicos. Más tarde incorporaron la rama de los microorganismos (conidios de hongos patógenos e incluso bacterias) que actúan también como fungicidas biológicos. Y entre las novedades hay una nueva rama de virus, de alta especificidad, formulados en botellas que son insecticidas biológicos y se lanzarán para controlar orugas y lepidópteros. En el 2011 Koppert de asocia en Brasil con profesionales que venían trabajando en control biológico y desarrollaron nuevos productos para cultivos extensivos en ese país” sostiene Escalante.

“Toda esa experiencia Koppert la trajo a la Argentina hace 3 años con la adquisición de Nitrasoil que a su vez fue la primera empresa del agro nacional en vender inoculantes en base a turba para pasturas hace más de 50 años.  Actualmente en Argentina Koppert posee la primera biofábrica de bacterias para la producción de productos e importamos los microorganismos que integran las formulaciones. Y el paso siguiente será trabajar con insectos controladores y polinizadores para el mercado hortícola” agrega. 

Un cambio de paradigma Bioagrícola: 

“La forma de producir está cambiando. De a poco se están derribando antiguos modelos. Por ejemplo, antes se pensaba que los insectos benéficos solo se usaban para cultivos intensivos y en la reciente edición del Congreso de Aapresid se presentaron resultados de efectos de polinizadores aún en plantas autógamas como la soja, logrando mejoras del cultivo. Además hay una sana presión del mercado y de las nuevas generaciones de productores sobre la imperiosa necesidad de lograr sistemas más sustentables. Yo estoy convencido que es muy rápido el proceso donde los bioinsumos están calando en los productores de Pampa Húmeda. La gran mayoría de los agrónomos “sub 30” consideran a los biológicos como válidos para cultivos extensivos. Llevamos década de producir como aprendimos en la facultad donde estudiábamos un sin fin de moléculas de síntesis química y cómo combinarlas. Eso ha cambiado, en la facultad y en el campo. Pero cuidado, la idea no es un que suceda un cambio radical, no se puede pasar de usar el 100% de productos químicos a cambiarlos por biológicos, pero si es hora de pensar que los bioinsumos son una herramienta válida que viene a incorporarse al proceso de producción” afirma.

Hay interés genuino:

En el reciente Simposio de A Todo Trigo realizado en Mar del Plata, el asesor Jorge González Montaner explicó que incorporar biológicos al manejo de cereales es un Plan B que se debe probar. “Vayan probando, vayan haciendo experiencia porque llegará un momento que muchas moléculas quedarán fuera del mercado”, disparó

Estamos ante un enorme cambio de paradigma y Argentina es un país que tiene una velocidad impresionante para adoptar tecnología, usarlas y exportarlas. Para muestra está lo que sucedió con la siembra directa o el silobolsa. Producir con biotecnologías va a escalar muy rápido. Hay muchos problemas que están ya instalados como el de los lotes periurbanos, los cursos de agua con trazas de químicos, las resistencias de malezas, insectos y hongos, y hay que buscar nuevas respuestas”, agrega Escalante.

Soja y maíz con Trichodermil: 

Para la campaña de grano grueso Koppert lanzó un pack que trae inoculante con Bradyrhizobium, un protector y en una cepa de trichoderma harzanium exclusiva, traída de Brasil en una formulación mejorada, que actúa como fungicida.

Además comercializan Trichodermil SC 1306 como biofungicida para proteger la soja de hongos del suelo como esclerotinia en todas sus formas, fusarium, pythium o rizocthonia. Estos productos pueden ser usados como tratamientos de semillas o en post emergencia, Se puede aplicar en maní, cebolla, ajo, papa, girasol, etc. 

Actualmente Koppert tiene una red de distribución que suma la cadena de ventas de Nitrasoil y vendedores asesores en diferentes zonas. De todos modos cualquier productor interesado puede buscar información a través de la página https://www.koppert.com.ar/

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