Biosoluciones para controlar enfermedades de suelo y hasta de fin de ciclo
Dario Germán Vileta es Director Científico de la firma Protergium, spinoff de la empresa Terragene. Está en la empresa desde el 2018 y está a cargo del proyecto de Investigación y Desarrollo para productos biológicos Protergium del agro.
“Desarrollamos biosoluciones para cultivos extensivos e intensivos. Toda la paleta de bioinsumos, bionematicidas, bioinsecticidas, bioestimulantes y biofertilizantes. Por ejemplo en soja estamos trabajando en el desarrollo de biofungicidas para tratamiento de semillas con el objetivo de controlar fusarium spp. y Phomopsis spp.. Además también trabajamos en el desarrollo de un biofungicida de aplicación foliar para controlar enfermedades de fin de ciclo entre ellas septoria y cercospora. Este producto está en la etapa de registro y próximamente estará en el mercado” afirma.
Biológicos para semilla:
El tratamiento de semillas de Protergium se puede aplicar de manera convencional o mediante un proceso de tratamiento profesional. El principio activo de los curasemillas biológicos está formado por dos microorganismos: una cepa específica de Trichoderma harzianum y bacterias del género Bacillus, ambos tienen la capacidad de controlar patógenos por diferentes vías. La Trichoderma realiza microparasitismo, libera enzimas como la celulasa que degrada la pared celular de los patógenos y liberan metabolitos volátiles que tienen acción directa de control de la enfermedad. Bacillus libera metabolitos y otros componentes que limitan al patógeno. Sumado a esto los microorganismos tienen la capacidad de inducir el sistema inmune de las plantas lo que le da un plus al control de una gran cantidad de patógenos. Además, al atener acción promotora de crecimiento, estos bioinsumos tienen la capacidad de liberar fitohormonas que impactan sobre el poder germinativo y genera mayor stand de plantas con mayor desarrollo radicular.
Soja y trigo en aplicación foliar:
“El biofungicida foliar para soja de Protergium está recomendado para la aplicación en R3 de manera preventiva, un estadio temprano. Y en todo caso se aplica cuando la enfermedad no es tan severa. Dependiendo de la zona y la situación del lote la biosolución puede tener modificaciones entre los activos que la componen. En trigo estamos haciendo ensayos para el control de mancha amarilla y roya anaranjada con muy buenos resultados en la campaña pasada” sostiene Vileta.
Estas tecnologías se aplican con un tensioactivo que permite se rompa la gota cuando se aplique. Actualmente los productos de esta marca son compatibles con todos los tensiactivos disponibles en el mercado y sobre todo con sulfactante no iónicos.
Finalmente Vileta afirma que estas tecnologías biológicas tienen mayor inocuidad, son productos seguros para las personas y para las comunidades vecinas, siempre en las concentraciones recomendadas.
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