Simposio Fertilidad 2021: El valor de inocular con biológicos

Según explicó el ingeniero del INTA Alejandro Perticari, en el marco del actual Simposio Fertilidad 2021, los inoculantes son “biofertilizantes que tienen microorganismos vivos”, éstos se aplican en la rizosfera mejorando la nutrición de las plantas en forma directa o derivados de la promoción de crecimiento de las plantas

“Los promotores de crecimiento o bioestimulantes, en los últimos 20 años saltaron del laboratorio y ya están en el mercado con Azospirillum como el referente indiscutido y sobre todo para utilizar en trigo y maíz” afirmó.

Sobre el funcionamiento de los inoculantes:

“¿Cuál es la relación entre Rizobium y leguminosa o simbiosis mutualística. La leguminosa por su familia tienen alto requerimiento de nitrógeno y en su evolución buscaron asociarse con microorganismos del suelo para obtener, desde otra vía, la fuente de nitrógeno y así sostenerse en el ambiente. Estas bacterias tienen una enzima, nitrogenasa, que tienen la capacidad de transformar nitrógeno atmosférico en NH4. Las plantas aportan la fuente de carbono para que estas bacterias fijen nitrógeno en las raíces, nódulos,  de las plantas. En esos nódulos se genera la leghemoglobina que regula las tensiones de oxígeno. Estos nódulos se forman rápidamente en contacto con la bacteria fijadora de nitrógeno y se lo aporta a la planta. Los inoculantes tienen como principio activo, a las bacterias fijadoras de nitrógeno seleccionadas y la inoculación es añadir esta bacteria a la semilla. En el proceso de selección de las cepas hay dos parámetros muy importantes a considerar: la efectividad  para fijar nitrógeno y la infectividad (la capacidad de formar nódulos en raíz primaria). Los nódulos formados en raíces primarias tienen hasta 10 veces más eficiencia que los que se forman en raíces secundarias” sostuvo.

“La sobrevida del inoculante sobre la semilla es importante y su velocidad para generar nódulos también. El inoculante debe tener cepas viables, infectivas y efectivas. Con respecto al tratamiento, hemos visto semillas tratadas por el productor con el 60% de la superficie tratada. Esa situación no es lo ideal, el inoculante tiene que cubrir el 90% de la superficie de la semilla”, continuó.
 Perticari citó un estudio realizado sobre 1.143 cultivos de soja inoculados que tuvieron en promedio una ganancia en rendimiento de 8% -alrededor de 230 kg/ha- aportando entre 15 y 20 kg de nitrógeno extra. Otras ventajas son que ayuda a contar con hojas sanas y mantener el vigor de las semillas. Estas respuestas promedio se mantienen tanto en el NOA, como en Córdoba como en Santa Fe y en prov. de Buenos Aires donde se hicieron y analizaron 429 ensayos.

Finalmente recomendó que los biológicos deben favorecer la producción vegetal. La formulación debe tener compatibilidad con agroquímicos y otros tratamientos manteniendo la bacteria viva. Y que se debe evitar la improvisación fuera de los procedimientos recomendados a la hora de aplicar los productos a campo.

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