¿Se puede, en esta campaña, ya bajar un 50% el uso de químicos?
Según explica Dean Fernandez, Jefe de producción, Desarrollo e Investigación de Forbio en Argentina, durante los últimos años la tendencia en el uso de bioinsumos se ha ido en incremento y está tendencia se irá consolidando. “Desde Forbio recomendamos empezar a cambiar las prácticas agrícolas que utilizan miles de litros de fungicidas químicos tradicionales por una nueva forma de proteger y estimular los cultivos en la que el productor se vaya volcando por un mayor uso de bioinsumos disminuyendo la dosis de químicos al 50%. Ya para esta campaña estamos recomendando que se puede bajar a la mitad la dosis de fungicidas y acompañar la aplicación utilizando Trichoderma, pesudomonas y Bacillus como preventivos” afirma.
“Es importante que el productor entienda que los productos biológicos se usan como preventivos, no como curativos o erradicantes. Una vez que la enfermedad está establecida es muy difícil erradicarla con un bioinsumo porque los microorganismos tienen sus tiempos de acción para hacer efecto, para reproducirse tanto en la raíz como o la parte aérea”.
“La sana carrera para descubrir nuevas cepas y nuevos microorganismos está creciendo lo cual es muy positivo para la industria y para la forma de producir granos. En nuestro caso estamos siempre en la búsqueda de microorganismos que soporten condiciones extremas que crezcan rápido, o que tengan estabilidad genética. Siempre atentos a sacar nuevas formulaciones para trasladar bacterias, liofilizados bacterianos (se les saca toda el agua al caldo del cultivo y queda sólo microorganismo sin que este pierda viabilidad), para hacer los productos más prácticos.
Los productos Forbio son herramientas de calidad que cuentan con un equipo de investigación detrás, y sobre todo los invita a pensar una agricultura que afecte menos los suelos y el ambiente, y que nos beneficie a todos” señala. “Y todo esto derribando el mito de que con biológicos no se obtienen los rindes que se logran con químicos. En promedio, usando biológicos, tratando bien la semilla y cuidando que todos los factores estén a favor, el rendimiento con estas tecnologías va desde un 5 %, un 8 % y hasta un 11% de incremento en kilos de granos versus los testigo.
Y además está el valor de bajar el gasto de químicos. Tenemos experiencias de lotes de soja, y de maní en Córdoba, donde se aplicó Bacillus foliar se observó una disminución notoria del ataque de orugas", concluye.
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