Se larga la campaña "Bio" fina
La campaña de trigo y cebada ya está en marcha. Entre los productores existe la certeza que los tratamientos de semillas son imprescindibles. “Si no se cura, el cultivo pierde un potencial enorme”, se escucha decir. O “El control de malezas, el fertilizante y el curado son las tres patas fundamentales para que el cultivo exprese todo su potencial”, afirman muchos. Pero la tercera frase que se repite en muchas zonas trigueras del país es: “Se están usando biológicos con muy buenas experiencias a campo”.
Los tratamientos de semilla biológicos (Bioinsumos) vienen sumando adeptos. Sobre estas tecnologías el productor valora: primero su inocuidad para el medio ambiente y las personas, luego como una alternativa para evitar la aparición de resistencias, su efectividad y también su precio, ya que muchos suelen ser más económicos que las mezclas. El punto débil que aún le ven a los tratamientos biológicos es el nivel de control en carbones.
En este contexto la firma Rizobacter organizó una jornada virtual para el lanzamiento de la campaña de fina de la que participaron el Ing. Gabriel Mina y la Ing. Lucrecia Couretot.
Según explicó Gabriel Mina: “La tendencia en la agricultura actual tiende al reemplazo o sustitución de gran parte de activos de síntesis química especialmente en los productos defensivos del agro”.
¿Porqué avanzan los biológicos?
“En primer lugar porque existe una mayor demanda en la sociedad de migrar a una agricultura más sostenible, además existe mayor inversión en investigación y desarrollo en la búsqueda de nuevos activos biológicos. Entre las principales razones también cabe mencionar que ya existe una eficiencia comprobada de los productos (no sólo en la argentina, sino en todo el mundo), y además estos mecanismos de acción nuevos contribuyen a evitar la aparición de resistencias”, sostuvo.
Y agrega: “En el mundo cada vez se prohíben más activos químicos, ya no se permiten organofosforados, neonicotinoides y la lista de familias químicas que se da de baja sigue creciendo. Y en contrapartida crece la aceptación y validación de productos biológicos. Hoy en día es muy común ver Fijadores de N a base de Bradyrhyzobium spp.; Promotores de crecimiento a base de pseudomonas spp., azospirillum, micorrizas, bacillus subtillis, metabolitos y exudados; Biofungicidas a base de trichoderma spp.; y Nematicidas a base de trichoderma spp o pasteuria spp”. “La facturación de productos biológicos viene creciendo en los últimos años tanto para productos de Bioprotección (manejo de plagas), como en Biostimulantes y Bionutrientes”, concluye.
A su turno la Ing. Lucrecia Couretot, Jefe Proteccion vegetal INTA Pergamino- Área Fitopatología en INTA, sostuvo que los productos biológicos en trigo y cebada ya son una realidad y que cada vez más productores empiezan a incorporarlos, sobre todo en los tratamientos de semilla donde los resultados medidos a campo son muy buenos.
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