"No es lo mismo un bioinsumo científicamente respaldado que un producto casero"
El Ing. Agr. Miguel Boxler es un reconocido y experimentado Asesor Privado en la zona de sudeste de Córdoba. Disertante en numerosos Seminarios y Congresos, convocado por empresas líderes, para hablar sobre estrategias productivas. Esta vez Boxler suma su opinión sobre el auge de los bioinsumos y las estrategias sustentables.
“Bioinsumos de aplicación en semilla hemos probado en Perú, Paraguay y Argentina en soja, trigo y maíz. Probé micorrizas, azospirillum, bradyrhizobium japonicum, y muchos productos inoculantes de soja. Los tratamientos con micorrizas en Paraguay son un boom, los resultados se ven a simple vista, una planta tratada le saca varios centímetros a las no tratadas, rinden más y es impresionante la respuestas. Pero más allá de estos casos puntuales el productor tiene que saber que los tratamientos con biológicos no sólo deben ser vistos desde la variable del incremento en los rindes. Muchos productores están acostumbrados a buscar resultados masivos. Vos aplicás nitrógeno en maíz y la respuesta es visible, con los bioinsumos las respuestas son más sutiles, menos contundentes, pero muy interesantes para evaluar. Muchas veces se obtienen diferencias de un quintal y medio en un cultivo de 50 quintales, y si bien no parece mucho, el costo es tan bajo que se paga, y el aporte al suelo también es ganancia. Además el uso de bioinsumos siempre depende mucho de las condiciones ambientales, de cómo se trate la semilla, si viene tratada que no tenga incompatibilidad con otros productos, etc.” Afirma.
“Actualmente les estamos aconsejando a los productores la realización de ensayos en franjas en los lotes para ir evaluando la performance de los bioinsumos en conjunto. Y esa evaluación incluye respetar procesos de aplicación, ver cómo la semilla toma contacto por el producto, etc.”, sostiene.
Hay bioinsumos y “BIOINSUMOS”:
“Otra de las variables claves en la aplicación y evaluación de bioinsumos es el producto. Dentro del mundo “bioinsumos” existen productos elaborados por empresas líderes, procesados en laboratorio, con registros en Senasa, varias campañas de ensayos detrás, horas de investigación y pruebas científicas; y existen también productores particulares o cooperativas que realizan productos caseros que no tienen el debido respaldo científico. No es lo mismo un producto biológico de una empresa como Rizobacter que un producto casero elaborado en un galpón de un particular, sobre todo por el nivel de investigación y respaldo científico que tienen uno y otro”.
“Y esta diferencia también estará empujada por el mercado. Que en las cervecerías valoren tratamientos biológicos en cebada cervecera es importante porque incluso estas movidas pueden zanjar diferencias entre campo y ciudad. Aunque falta tiempo para que se difunda las virtudes de la cebada cervecera tratadas con un biológico. Sería interesante para el ambiente, para seguir ordenando la agricultura y establecer una mejor relación con el medio urbano, ya que somos complementarios entre campo y ciudad. Una cerveza más “saludable” es importante para encontrar puntos en común” sostiene.
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