Estudian tres biofertilizantes y buscan evaluar sus efectos en plantas y suelos
Un grupo de investigadoras/es trabaja en un proyecto para determinar las características de tres biofertilizantes de uso popular. Estos son el purín de ortigas, el super magro básico y microorganismos eficientes, todos ellos elaborados con insumos naturales que permiten mejorar el suelo de un modo sostenible y limitar el uso de agroquímicos.
En el proyecto trabajan en conjunto productores agroecológicos de Ayacucho, Pila y Bavio junto a técnicos del INTA Chascomús, de la Secretaría de Agricultura Familiar (-SAFCI-, delegación Santa Fe) e investigadoras/es del Instituto Tecnológico de Chascomús -INTECH- (CIC-CONICET-UNSAM). Se trata de los preparados Purín de ortiga, Super magro básico y Microorganismos eficientes que están siendo elaborados y empleados por las y los productores/as pero que, hasta ahora, hay una escasa evidencia científica sobre su potencial.
“Estos productores y productoras se encuentran en general en transición hacia una producción agroecológica, mientras que otros ya se han afianzado en este tipo de producción y elaboran sus propios bioinsumos”, explicó María Marina, doctora en bioquímica, investigadora del CONICET y directora del proyecto. Y agregó: “Tienen mucho interés en saber qué es lo que están elaborando, cuáles son las características, cómo poder mejorarlo, para qué utilizarlos y en qué momento del año aplicarlos, entre otros”.
Buscan, en resumen, hallar una “receta” eficaz para elaborar y aplicar productos “conservadores del recurso natural, y que, además, sean culturalmente sensibles, socialmente justos y económicamente viables”, afirmó la Dra. María Marina, quien llevará adelante el proyecto junto a la Dra. Natalia Villarreal, el Lic. Silvia Langer, la Lic. Mailén Hirsch y el Lic. Pablo Burgues, integrantes del Laboratorio de Bioquímica y Fisiología de la maduración de los frutos del INTECH.
Los tres bioinsumos que se caracterizarán son utilizados en diferentes cultivos, tanto hortícolas como agrícola-ganaderos (cultivos extensivos y pasturas). Se utilizan como fertilizantes, aportándole así los nutrientes que los cultivos necesitan para crecer. Pero también son utilizados para el control de enfermedades: “en este caso, poco es lo que se conoce por los cuales estos bioinsumos tienen esta acción. Son varios los mecanismos por los cuales podrían actuar, desde la mejora del estado general de la planta, hasta el posible ‘control biológico’ de patógenos mediado por microorganismos presentes en dichos bioinsumos”.
“La idea es caracterizarlos de forma microbiológica y físico-química, y empezar a ver cuáles son los efectos de estos biofertilizantes en el suelo y las plantas donde son aplicados”. Para esto los y las científicas van a protocolizar la elaboración de estos tres bioinsumos. “La caracterización se hará tanto por técnicas de aislamiento de los microorganismos como mediante metagenómica. Una vez que tengamos eso, estudiaremos el suelo: queremos saber qué microorganismos de los bioinsumo se adaptan a las condiciones del suelo, aportando así beneficios a las plantas”.
Se evaluarán las respuestas sobre plantas hortícolas, como tomates y frutilla; pasturas (que sirven de suplemento ganadero); y algún cultivo extensivo, posiblemente trigo.
FUENTE CIC
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