El dilema de la producción orgánica: más salud, más costos, menos producción
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria de Argentina (Senasa), comunicó que aumenta la producción orgánica en el país: En 2020 se certificaron 132 mil toneladas de producción orgánica y se cosechó un 20% más que en 2019. Y mientras muchos defienden esta forma de producción (sin aplicación de productos químicos) por su aporte a la salud del consumidor, otros sostienen que la producción orgánica no puede ser aplicada a un modelo industrial extensivo como el de Argentina donde existen millones de hectáreas sembradas con soja, maíz, trigo o girasol, y alta producción frutihortícola que cuenta con una exigente demanda en los mercados de las grandes ciudades, demanda que se enfoca más en el precio que en su modo de producción.
Entre los detractores de la producción orgánica se encuentra Marcelo Calvache Ulloa, PhD en Ciencias Agrícolas y Decano de la facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Central del Ecuador. “En el Ecuador la Agricultura orgánica ha llevado a la quiebra a muchos agricultores que ahora están en la pobreza emigrando a los EEUU. Sus costos de producción son más altos, sus rendimientos más bajos que la agricultura convencional y no les paga el 20% más que solicitan en sus productos orgánicos. Creo que sin la aplicación balanceada de los fertilizantes no se puede hacer una agricultura competitiva, no sigamos engañando y empobreciendo más a los agricultores. Lo que debemos hacer es educarles para que utilicen mejor los insumos como tecnologías modernas y fertilizantes en sus cultivos para que tengan una mayor rentabilidad evitando la degradación del suelo” sostiene. Declaraciones como esta también se multiplican en Latinoamérica a partir de la difusión poco responsable del modelo orgánico.
En un tercer estrado se ubican los investigadores de productos biológicos. Los productos biológicos no son necesariamente orgánicos. En Brasil y Argentina el registro de productos biológicos o bioinsumos, creció en forma exponencial durante los últimos dos años. Cada vez más bioestimulantes, tratamientos de semillas o bioplaguicidas se incorporan al mercado de estos países con diferentes modos de acción y muchas promesas de mejores retornos. Pero lo cierto es, como sostienen influenciadores como Norma Formento del INTA Paraná, Julián García de Laboratorio Oro Verde de Córdoba, Adrián Mitidieri de Agrodesarrollos San Pedro o Miguel Boxler en el sur de Córdoba, que a muchos productos les falta tiempo. Tiempo de prueba a campo, tiempos de ensayos con diferentes condiciones ambientales, tiempo de evaluación en mezclas con otras tecnologías. ¿Puede la producción 100% biológica ser la tercera en discordia en esta discusión?
La producción orgánica en Argentina:
El reciente informe difundido en Argentina señala que el año pasado se certificaron 132 mil toneladas de producción orgánica y la cosecha aumentó 20% respecto a 2019, con 84.328 hectáreas de cultivos orgánicos, de acuerdo con datos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). En ese marco, la superficie bajo seguimiento para producción orgánica creció y alcanzó los 4,4 millones de hectáreas, la mayor de los últimos 20 años, informó el organismo público en un comunicado.
Del total de 132 mil toneladas de productos orgánicos certificados, el 97% (128,6 mil) tuvieron por destino la exportación, siendo los principales mercados de destino la Unión Europea y Estados Unidos. En la comparativa por productos, se observó que el mayor volumen de exportaciones lo conformaron nuevamente cereales y oleaginosas (trigo 2.859 toneladas y soja, 13.814), frutas (pera 24.271 toneladas y manzana, 12.927), hortalizas (ajo) y productos industrializados (azúcar con 18.741 toneladas y vino, 10.455).
Además, en 2020 se sumaron el jugo concentrado de manzana, el arándano (5.424 toneladas y los arroces blanco e integral (6.481 y 3.573 toneladas, respectivamente).
Por último, el Senasa resaltó que “los 1.343 establecimientos primarios orgánicos en todo el país existentes en 2020 muestran una recuperación sostenida desde el año 2015 en la cantidad de emprendimientos dedicados a esta actividad”. El informe que elabora el organismo público desde 1998 tiene por objetivo brindar un panorama del sector orgánico en el marco de la Ley 25.127 (de producción ecológica, biológica u orgánica).
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