¿Cuál son los secretos agronómicos de la agroecología?
Actualmente en INTA Chacra Barrow se lleva adelante un programa de agroecología extensiva. El Ing Agr (MSc) Martín Zamora Coordinador del Área Investigación en INTA Barrow cuenta qué cambia a la hora de pensar el planteo agrícola según lo que desarrollan en la zona.
“En los lotes de producción agroecológica el primer paso fue no hacer más cultivos monoespecíficos, o sea: una sola especie por lote. Lo que sembramos son policultivos, rotación de cultivos y policultivos o cultivos asociados. Hacemos trigo con trébol, avenas con vicias, cebadas con tréboles, sorgos y maíces con soja o con vicia, siempre asociar una gramínea con una leguminosa, y todos los cultivos en la rotación son iguales. Se cosechan, y a veces se pastorean porque la ganadería está asociada al sistema. Algunas especies son para cosecha y otras son acompañantes que brindan servicios ecosistémicos. Los principios son aumentar la biodiversidad de los sistemas en el espacio y en el tiempo mediante rotación y mezclando especies en la misma sembradora.
El falso único paradigma de la competencia entre especies:
La mirada de la competencia entre especies donde se paran los desarrolladores de herbicidas es uno de los principios de la biología pero hay otro que es el de la complementariedad entre las especies.
“Hay muchas interacciones positivas entre las plantas. Cuando se siembra avena con vicia esta entrega fijación biológica de nitrógeno y así evitamos el uso de urea. Trigo con trébol, sorgo con soja o maíz con soja, la leguminosa casi reemplaza en su totalidad los fertilizantes químicos que en dosis altas cambia el ph de los y afecta la microbiología de ese suelo. Las leguminosas que se siembran compiten con muchas malezas cuyo banco de semillas está en el suelo. Vicia es competitiva con las malezas. Cuando siembro sorgo con soja, esta última compite con las malezas en el entresurco. Las mediciones que tenemos es que son más los beneficios que los perjuicios” afirma Zamora.
“Se puede rediseñar un sistema productivo pensando en cómo aumentar la biodiversidad. Pero por otro lado, pensar la fertilidad biológica de los suelos. Hoy en día, por la gran cantidad de productos químicos que se utilizan están afectando los procesos biológicos de los suelos. Hay que restablecer el ciclo biológico natural del suelo, entre ellos la fertilidad, los procesos de pasar nutrientes de disponibles a disponibles, la fijación biológica, los sistemas radicales, todos esos procesos van generando que mejore la rizosfera del suelo beneficiando los procesos biológicos. Y además tenemos el aporte de animales que generan un abono orgánico y al cabo de 3 o 4 años no se necesitan más fertilizantes ni agroquímicos y los rendimientos se mantienen como los actuales. Con estos sistemas podemos decir que los planteos agroecológicos de 4 años rinden lo mismo que cultivos llevados todos con insumos químicos. Lo que cambia es la disminución de costos. Los costos del planteo agroecológico bajan a la mitad que un planteo con insumos. En trigo hoy hacer un sistema agroecológico sembrar una hectárea en siembra directa sale U$D 400 mientras que en sistemas agroecológico salen U$D 200. La mitad”.
Si rinde lo mismo, bajar los costos a la mitad, cambia la ecuación del negocio. Menos inversión, menos riesgo, misma o mejor ecuación económica.
Sembrar dos especies juntas:
Sobre la siembra Zamora explica: “Sembrar las dos semillas juntas, la idea es hacerlo en una sola operación para no pasar dos veces. La mayoría de las sembradoras tienen cajón alfalfero, que es un cajón chico. Entonces se ubica la semilla de trigo en el cajón principal y el trébol cae el voleo entre el tren de siembra de la sembradora pero va quedando sobre la superficie apenas tapada por la mínima remoción que genera la máquina. Queremos que el trébol nazca en el entresurco y no en el mismo surco que el trigo. La semilla de trébol no debe caer en el mismo sitio que la semilla de trigo que cae a 3 cm de profundidad lo cual es muy profunda para el trébol”.
“Cuando nace el trigo crece solo en la primera etapa, pero después con la lluvia de primavera nace el trébol que queda abajo del trigo sin tener competencia. El trébol tiene una hoja plana que genera cobertura de suelo y evita la aparición de malezas, ocupa el espacio. O sea, nosotros decidimos qué planta queremos junto al trigo. Actualmente estamos usando trébol rojo pero también pueden usarse otras variedades de trébol. Ese trébol no compite con el trigo, al contrario, le aporta nutrientes y luego de la cosecha, comienza a entrar luz para el trébol que crece y ocupa todo el lote impidiendo que las malezas se instalen”.
En los actuales planteos de siembra directa se cosecha el cultivo y queda el suelo desnudo que es tratado con herbicidas en los conocidos barbechos, pero con este sistema queda suelo verde, porque el trébol comienza a crecer y a ocupar el espacio.
“El trébol protege el suelo en verano pero a la vez genera nitrógeno y tenemos una pastura por 2 años gratis (el costo estuvo en el trigo) para producción de carne por dos años. De este modo se va construyendo un sistema productivo muy barato y muy productivo. La semilla de trigo que usamos se inocula con inoculantes biológica como el Trichoderma para evitar hongos que puedan afectar la emergencia. Las semillas de leguminosas inoculamos con los rizobios específicos, al menos en las primeras etapas del sistema agroecológico”.
“Si sembramos un cultivo único, por ejemplo un ese maíz se va a llevar todo el nitrógeno disponible en el suelo y si luego buscamos sembrar trigo va a sufrir por el nitrógeno que se llevó su antecesor. Entonces el trigo junto a la leguminosa recupera el rol biológico y el servicio ecosistémico. Al mezclar gramíneas con leguminosas esos procesos se aumentan, la interacción entre las raíces sembradas en el mismo lugar permiten la disponibilidad de nutrientes que hoy están escasos en la agricultura como por ejemplo fósforo y zinc” culmina.
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