Consorcios microbianos: biocontrol de enfermedades y promotores de crecimiento
Rodrigo Asili es el Director de Investigación y Desarrollo, y responsable de grandes cuentas de Summabio, anteriormente conocida como Síntesis Biológica. La empresa, radicada en Córdoba cuenta con experiencia en desarrollo bioinsumos desde al año 1996. Son los desarrolladores de la tecnología MBF (Micro Bio Factory), patentada el año pasado, a través de la cual se obtienen de forma natural, consorcios de microorganismos con actividad bioestimulantes, de biocontrol y biorremediación, para su aplicación en el sistema agrícola. Este proceso tecnológico les permite generar diferentes consorcios microbianos que se aplican a la semilla, y de manera foliar, tanto en cultivos extensivo como intensivos.
“Los consorcios microbianos son una agrupación de diferentes microorganismos de distintas especies que actúan de mejor manera estando agrupados que los integrantes por separado, y tienen un impacto muy positivo en los cultivos” sostiene Asili.
Estos consorcios se utilizan como tratamiento de semilla o para aplicaciones foliares: “En los packs de tratamiento de semillas los microorganismos traen el adicionado de un microorganismo específico para cada cultivo, ya sea para soja, maní, legumbres, porotos, etc. En el caso de gramíneas usamos Azospirillum brasilens. La acción sinérgica del microorganismo específico ejerce un impacto positivo en la promoción del crecimiento incluyendo la energía germinativa, la velocidad de crecimiento, la disponibilidad de nutrientes, la adición de fitohormonas y otras herramientas metabólicas que le permiten a las plantas disponer de los nutrientes que necesitan en el momento en que los necesitan.
Además los consorcios microbianos generan una acción de bioprotección o control de enfermedades. Estos microorganismos, por el solo hecho de estar presentes, participan generando efectos bioacidas que logran limitar el crecimiento de patógenos. Cumplen un rol en un momento específico del cultivo” sostiene.
“Para introducir organismos vivos a un sistema se debe conocer el momento indicado según el cultivo y su estado fenológico para que esos organismos se desarrollen y generen su efecto. Influyen en el proceso desde que se siembra hasta que emerge la planta, aunque los microorganismos siguen en el suelo aportándole biodiversidad”, afirma.
Aplicación foliar de microorganismos
“En aplicación foliar en cultivos extensivos sucede algo similar que con la semilla, donde el efecto se establece y se multiplica. La promoción de crecimiento se manifiesta en la mejora de la absorción y translocación de nutrientes por los metabolitos secundarios generados por los microrganismos y la concentración de fitohormonas. El biocontrol foliar se da por ocupación del espacio sobre la hoja. Si está ocupada por microorganismos benéficos no está ocupado por patógenos, siempre en planteos preventivos” sostiene.
La recomendación de aplicación foliar está relacionada con lograr el mejor efecto. “En estado vegetativo buscamos estimular el mayor crecimiento y la mayor área foliar y en etapa reproductiva logramos estimular la floración, reducir el aborto foliar y optimizar la fructificación con mayor cuaje de frutos. En soja, por ejemplo, se mejora del rendimiento y el aumento de peso de semilla. También se logra mayor puntos de proteína en trigo, mayor peso electrolítico, mayor peso de mil semillas y claras mejoras en tamaño y coloración de frutos y granos y por la sanidad. Al tener un efecto de biocontrol que duró todo el ciclo del cultivo se logra una sanidad diferencial. Por ejemplo aplicar bacilus subtilis con consorcio microbiano en un año sin gran presión de enfermedades es posible que no tengamos que aplicar fungicidas. Aunque se debe tener en cuenta que estos bioinsumos actúan de manera preventiva siempre dependiendo de las condiciones climáticas y condicionados a si existe alta incidencia de una enfermedad en un determinado lote”. “Y si bien la supervivencia de los microorganismos sobre la hoja es crucial, también necesitamos que la planta los absorba, por eso se deben aplicar con los mismos parámetros que se usan para otros fitosanitarios en cuanto a hora del día, viento, humedad, etc.
Cabe aclarar que los adyuvantes incorporados a los productos Summabio tienen ya protectores UV. Y además hay que sumar estas tecnologías disminuyen los efectos provocados por estrés (hidríco, salino, mecánico, fitotoxicidad) y complementa y potencia la fertilización tradicional”, finaliza.
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