Con Bioinsumos incrementan la producción de mandarinas en Entre Rios
“Esta finca fue de mis abuelos y mis viejos; hoy nos toca trabajarla a mis hermanos y a mí”, dice Sebastián Rivas, propietario de Don Guillermo, una plantación de mandarinas ubicada en la zona de La Florida, cercana a Chajarí (Entre Ríos).
Con sus plantas de 30 años, cada temporada, los hermanos Rivas obtienen entre 25 y 30 toneladas por hectárea. Pero esta vez decidieron ir por más e implementaron el programa PRONUTIVA® de UPL con el que esperan una mejora sustancial en los rendimientos y en la calidad de las frutas. Parado delante de lo que será una gran cosecha, Sebastián estima que la producción alcanzará las 40 t/h, lo que implica un aumento de los rendimientos que ronda el 40% frente a campañas anteriores.
Facundo Dell Orto, asesor del distribuidor CR Montaraz, explica el secreto. Dice que la citricultura tiene tres patas agronómicas fundamentales a la hora de buscar rendimiento y calidad: nutrición balanceada, poda y cosecha en estación en tiempo y forma. “Con el programa PRONUTIVA® buscamos fortalecer la nutrición balanceada, potenciando los procesos hormonales de la planta”, afirma.
Para el técnico entrerriano, la Finca Don Guillermo fue un buen campo de pruebas porque tiene variedades cítricas que le costaban cuajar y cargar como Ellendale, Encore, Noba, Criolla y Okitsu. Para ello, se aplicaron tres biosoluciones del programa PRONUTIVA® para cubrir las necesidades en diferentes momentos del ciclo de cultivo: BIOZYME TF®, BIOTRON PLUS® y K-FOL®. “Estos insumos, aplicados en los momentos adecuados, desde la primavera al otoño, han permitido dotar a las plantas de macro y micro nutrientes específicos y precursores de aminoácidos que ayudan a las plantas a superar cualquier tipo de estrés y producir con mayor eficacia”, explica Dell Orto.
¿Cuál es el resultado? Mayor floración, más vigor, mayor retención de frutos y brotación de la planta. Además, se obtuvo un mayor cuaje y, por consiguiente, más cantidad y mejor calibre y homogeneidad de frutos en la planta.
Biosoluciones:
PRONUTIVA® es un programa exclusivo de UPL que integra biosoluciones con insumos de protección de cultivos para ofrecer alternativas que satisfagan las necesidades de los productores. Para el caso específico de los cítricos, se utilizan tres biosoluciones: BIOTRON PLUS® (que estimula el rápido desarrollo vegetativo), BIOZYME TF® (que estimula el crecimiento vegetal) y K-FOL® (como fertilizante foliar).
Marcos Reynaudo, a cargo de desarrollo de mercado de UPL en Entre Ríos, detalla que para este caso particular se dividió PRONUTIVA® en cuatro etapas de aplicación: 1) inicio de floración, 2) caída de pétalos, 3) aplicación en el momento en que la fruta tiene el tamaño de una aceituna, y 4) cuando ya obtiene el tamaño final y está empezando a virar de color.
A su vez, cada momento tiene su aplicación específica: BIOZYME TF® se utiliza al inicio de floración para optimizar la formación de flores y la retención de frutos. Se aplica junto con BIOTRON PLUS® para aprovechar los beneficios de algunos de sus componentes como la folcisteína y el fósforo que, combinados, permiten disminuir el estrés de la planta. “Estos dos productos son óptimos al inicio de la floración, en caída de pétalos y también cuando la fruta tiene el tamaño de una aceituna”, detalla.
Por su parte, K-FOL® tiene la capacidad de mejorar la translocación de los solutos que están en los órganos de reserva hacia los frutos. El potasio también forma parte de la apertura y cierre estomático y otorga beneficios a las plantas para que estén más vigorosas y con las estomas bien abiertas para lograr una mayor capacidad fotosintética. Además, el potasio es una barrera de contención para las enfermedades y sirve para aplicarlo también en las etapas finales del ciclo de cultivo.
Reynaudo es categórico al afirmar que si no se aplicaba este bioinsumo los resultados en la finca de los Rivas hubieran sido otros. “En un año donde las condiciones atmosféricas no fueron las mejores para los cultivos en general –con situaciones de estrés por temperaturas elevadas en verano, alta radiación y baja frecuencia de lluvias– se hubiera esperado una menor floración, menor retención de flores, menor cuaje y retención de frutos”, finaliza.
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