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Actualidad NOVIEMBRE - 2020 7542

¿Cómo se hace un control biológico de las hormigas?

¿Cómo se hace un control biológico de las hormigas?

Si existe un especialista en Argentina en control biológico de hormigas esa es la Dra. Patricia Julia Folgarait del Laboratorio de control y ecología de hormigas de la Universidad Nacional de Quilmes. Según explica en Rebios 2019:  "Las hormigas son insectos sociales y como tales comparten 3 características fundamentales: 

1. Tienen adultos dedicados a reproducción y a otras funciones particulares dentro de la colonia, llamados castas; así pueden haber castas reproductivas como las reinas y otras castas relacionadas con la defensa, búsqueda de alimento o forrajeo, la alimentación de juveniles, la limpieza e higiene, la mantención del alimento, etc. 

2. Tienen superposición de generaciones lo cual implica que hay organismos de distintas cohortes conviviendo, con diferentes edades y experiencias. 

3. Los adultos cuidan de las crías (huevos, larvas y pupas). Todas estas características más su numerosidad, de cientos a millones de individuos por colonia, y tener, en general, una reina muy longeva y protegida dificulta mucho su control. De hecho, se puede decir que el control biológico de hormigas está aún en su infancia".

"El control de las hormigas puede evaluarse de dos maneras, las cuales a su vez pueden ser objetivos del control: 

1. Lograr la disminución significativa del número de individuos/ la actividad de la colonia.

2. Lograr la muerte de la colonia. En general el objetivo del control es el 2 pero se evalúa a través del 1. Esto trae inconvenientes de distinta índole impactando en el rédito económico de una actividad particular por la cual el productor no quiere hormigas en su predio. La muerte de cientos de hormigas, en general forrajeras, y el cese en un momento X de la actividad general de la colonia, se suele usar como parámetros de eficiencia del control. Sin embargo, ambas características, son en la mayoría de los casos, parámetros temporales que no implican la muerte de la reina, la cual seguirá eventualmente produciendo obreras y al tiempo la colonia volverá a su nivel de actividad normal.

Por otro lado, el control biológico requiere de sucesivas aplicaciones, es de lento accionar y en la mayoría de los casos los resultados son a largo plazo. Esto conllevaría a que el productor tenga muy planificadas sus actividades de siembra y sepa, de antemano, cuál es el período de vulnerabilidad de su cultivo/plantación pues la plaga no puede controlarse rápidamente. En muchos casos es necesario que el control se realice antes del período de siembra para que el accionar de las hormigas impacte lo menos posible en el éxito de establecimiento de las plántulas, al menos hasta alcanzar la edad fisiológica que le permita defenderse.

A su vez, las hormigas conllevan a un problema adicional para el productor, que trasciende el control de hormigas en su propiedad. Los alados de la mayoría de las colonias de hormigas maduras se dispersan 1 vez al año, pudiendo desplazarse kilómetros, de ser necesario, lo que implica tener todos los años una alta probabilidad de que nuevos nidos se establezcan en los lotes. Esta situación requeriría de un monitoreo y control adicional de la plaga, si el cultivo sigue en su etapa de vulnerabilidad", afirma.

Control de hormigas de fuego: 

"Las hormigas de fuego  Solenopsis richteri  y  S. invicta, nativas de Argentina, son plaga en los Estados Unidos donde carecen de enemigos naturales. Estas hormigas carnívoras han arrasado con las especies de hormigas nativas en los lugares invadidos, afectando también a muchas especies de vertebrados, e indirectamente al hombre". 

¿Cómo controlarlas?

El control químico (mediante insecticidas) o físico (con fuego o extracción manual de hormigueros) dio pocos resultados positivos, y muchas veces resultó un remedio negativo debido a la eliminación no intencional de otras especies. Por eso a partir de la década de 1980 se comenzó a buscar agentes de control biológico para estas hormigas. Los "agentes de control biológico" son los enemigos naturales, en este caso de las hormigas, que al matarlas, las mantienen a raya. Se encuentra un agente de control biológico adecuado cuando un organismo sólo mata a esa especie de hormiga ("altamente específico"), y puede sobrevivir a las condiciones ambientales del lugar invadido. Los mejores candidatos como agentes de control biológico para estas hormigas resultaron ser unas moscas pequeñas llamadas fóridos (familia Phoridae) que pertenecen al género Pseudacteon. Estos fóridos atacan a las hormigas con su aguijón, con el que les inyectan un huevo, que se desarrollará en un adulto dentro de la hormiga parasitada, matándola como consecuencia.

El agente de control biológico: Los fóridos parasitoides.

Los fóridos (familia Phoridae) pertenecen a una de las familias más diversas dentro de los dípteros (orden Diptera, el orden de las moscas), y muchas de sus especies son parasitoides específicos de hormigas. Se conocen 20 especies de fóridos del género Pseudacteon que atacan a Solenopsis invicta y Solenopsis richteri, y si bien muchas de ellas parasitan a otras especies de hormigas del género Solenopsis nativas de Argentina, por lo general no atacan a Solenopsis nativas de Estados Unidos, y si lo hacen, la preferencia por esas especies es menor.





Fuente Rebios 2019 y hormigas.unq.edu.ar

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